quarta-feira, 24 de março de 2010

ESPERANZA

¡Esperar! ¡Esperar! Mientras, el cielo
cuelga nubes de oro a las lluviosas;
las espigas suceden a las rosas;
las hojas secas a la espiga; el yelo

sepulta la hoja seca; en largo duelo,
despide el ruiseñor las amorosas
noches; y las volubles mariposas
doblan en el caliente sol su vuelo.

Ahora, a la candela campesina,
la lenta cuna de mis sueños mecen
los vientos del octubre colorado...

La carne se me torna más divina,
viejas, las ilusiones, encanecen,
y lo que espero ¡ay! es mi pasado.

Juan Ramón Jiménez

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